La chica se fue, el verano perdió mucho sentido hasta que terminó, empezó el nuevo curso y yo me volvía a proteger de nuevo en una máscara de falsa felicidad. Cada día que pasaba estaba más inestable, y más lo ocultaba. Las clases de filosofía del doctor Muerte, el mejor profesor que jamás he tenido, me habían desvelado los secretos del pensamiento racional creándome todavía más conflictos entre la parte racional de mi mente con la irracional. La incorporación de un nuevo miembro a nuestro círculo de amigos me animó un poco. Conecté enseguida con esa persona y durante el resto del año llegó a convertirse en uno de los pilares que me ayudaban a mantenerme. Me apoyaba, me comprendía y junto a otro whaontillo me ayudaban a convertir las tricrisis en monocrisis, hasta que a finales de octubre ocurrió. Una traición a toda la amistad que habíamos formado, prácticamente destruyéndola, y desestabilizándome por completo. Tocar fondo. Llegar al final de la caía. Hace tiempo pensaba que volvía a subir, pero solo era el rebote de la caída...
Y aquí estoy, en un mundo que parece que está en mi contra, desvariando de mi vida y arrancándome poco a poco la máscara que me oculta e intentando cambiar mi vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario